Por lo general, las celdas de las tablas contienen información técnica que el usuario debe consignar manualmente con una buena dosis de paciencia. En ocasiones, esta información es
conocida por el propio dibujo, como sucede por ejemplo con su nombre o con la carpeta del disco en la que está guardado. Para consignar este tipo de información es necesario efectuar primero la consulta correspondiente, memorizar el dato o anotarlo en un papel y luego transcribirlo a la celda de la tabla en forma de texto. Este proceso, aunque es sencillo, resulta tedioso y repetitivo, además de ser una fuente de errores. AutoCAD dispone de objetos de texto especiales, que reciben el nombre de
campos y que son ideales para resolver y agilizar situaciones como la que acabamos de citar. El contenido de un campo no lo proporciona el usuario sino que lo hace el propio programa automáticamente. Así, por ejemplo, si el dibujo se traslada a una carpeta distinta y este dato se ha añadido a una celda en forma de campo, su actualización será automática sin la intervención del usuario.
En esta entrega veremos las posibilidades que ofrecen los campos cuando se incorporan en las celdas de una tabla, analizaremos los métodos que proporciona AutoCAD para su actualización automática o manual y haremos una breve referencia a la edición de los mismos. Por razones de espacio, nos limitaremos a ilustrar las explicaciones con un solo ejemplo práctico, pero estamos seguros de que el lector no tendrá dificultades para encontrar sus propias aplicaciones.